Mariano Rajoy ha hecho hoy balance de su primer año de gestión y ha anunciado que 2013 será “muy duro”, aunque se muestra confiado en la mejora de nuestra economía en la segunda mitad del año, sobre todo por las reformas aprobadas y los sacrificios que están llevando a cabo los ciudadanos.
Para el presidente del Gobierno, las reformas están empezando a funcionar, ya que se han mejorado los datos del déficit público, la balanza por cuenta corriente y se está conteniendo la destrucción de empleo en el sector privado, además del reconocimiento a nivel mundial de los enormes esfuerzos que está realizando nuestro país para salir de la crisis económica.
Rajoy ha señalado que: “austeridad y reformas son los dos ingredientes de una política cuyo único objetivo es que se puede crecer para crear empleo cuanto antes. Sabemos que no se producen efectos instantáneos, sabemos que mucha gente está impaciente, son ya cinco años de crisis, mucha gente se está dejando llevar por el escepticismo, cuando no por la desesperanza, y mucha gente se siente decepcionada por la falta de resultados”.
El presidente ha insistido en la necesidad de acometer los recortes, ya que sin ellos España estaría aun peor de lo que está, y se hubiera llegado a una cifra insostenible del 11% de déficit del Producto Interior Bruto.
El líder del Ejecutivo central ha afirmado que, al llegar al Gobierno, se encontró las cosas peor de lo que esperaba y que a pesar de la dureza de los ajustes, estos servirán para que no vuelva a darse una situación similar en el déficit público, sobre todo gracias a la aprobación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, “una de las más importantes de esta legislatura”.