La crisis está generando en España, por no mencionar el resto de países comunitarios presentes bajo la nomenclatura de PIGS, una pobreza de la población a marchas agigantadas.
Una de las últimas noticias aparecidas en la red es que las cafeterías de Ikea se están convirtiendo, nada más y nada menos, que en una especie de comedores sociales. Las razones están claras, productos bastantes más que económicos, raciones abundantes y bebidas extra sin coste alguno.
Además, si eres portador de la tarjeta gratuita de Ikea Family, los precios se abaratan aún más si cabe. En estas cafeterías, siempre que sea entre semana, puedes hacerte con 20 albóndigas con patatas y salsa por tan solo un euro, perritos calientes a 50 céntimos, tomar café gratis y aprovecharte de las combinaciones especiales que haya cada día. Sin olvidar los menús infantiles que no llegan a los dos euros e incluyen primer y segundo plato además de la bebida y el postre.
Las colas que se forman para poder acceder a estos centros son inmensas, e incluso hay casos en los que la gente ya se conoce de ir a comer/merendar/cenar allí. Es más, hay situaciones en que los más ‘pudientes’ se llevan a vecinos o amigos que no tienen nada para que llenen los tuppers con los productos de las cafeterías de Ikea y así puedan comer familias enteras.
Centrándonos en números, en este país hay seis millones de parados de los cuales un mísero porcentaje cobra una paga que ni siquiera alcanza los 400€ mensuales; se dejan a familias enteras en las calles con más de 500 desahucios al día (independientemente de si hay niños, ancianos, enfermos crónicos, etc., en las mismas), la generación de trabajo es nula (y en el hipotético caso de encontrarlo las condiciones son más que precarias y el sueldo no da ni para malvivir), los recortes no cesan y para más inri, ya nos están advirtiendo que el año que viene será mucho peor… Los españoles ya no viven en la república independiente de sus casas y buscan Ikea como un comedor social.
Imagen: docsity