La Unión Europea se ha encargado hoy de tirar por tierra las palabras de Mariano Rajoy en las que afirmaba que el déficit público español en 2012 había sido menor del 7%. Las cifras con las que trabaja Bruselas señalan que, sin tener en cuenta la ayuda prestada al sector financiero español, el déficit ha alcanzado el 7%, porcentaje que llegaría el 10,2% si añadimos el montante del rescate bancario, una cantidad que según el memorándum de entendimiento firmado en su momento entre España y la Unión Europea es preceptivo incluir en el déficit.
Las cifras no entienden de siglas políticas y señalan que el déficit ha empeorado en 2012, ya que el último año de Gobierno de Zapatero el déficit público llegó al 9,3% del Producto Interior Bruto español, y Rajoy ha terminado 2012 con un 10,2%.
Por si esto fuera poco, Bruselas ya ha señalado que nuestro país no va a poder cumplir, ni acercarse, el déficit previsto para 2013, fijado en el 4,5%. Ollie Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, ha anunciado que España terminará el año con un déficit del 6,7%, cifra que empeorará en 2014, en el que el Gobierno español se ha comprometido a cumplir el 2,8% de déficit público, mientras que la Unión Europea pronostica que será del 7,2%.
Para poder continuar por la senda de la consolidación fiscal, desde Europa se han pedido reformas adicionales a nuestra economía, medidas que seguirían asfixiando a los ciudadanos, impidiéndoles tener capacidad de ahorro, reduciendo su poder adquisitivo y sin que el crecimiento económico vuelva a nuestro país, con lo que esto influirá, al mismo tiempo, en la nula creación de empleo.