El Eurogrupo, formado por todos los ministros de Economía de la zona euro, se reunirá mañana con carácter extraordinario, para acordar una solución definitiva al rescate económico de Chipre, que descarte una posible bancarrota del país y su salida del euro.
El único problema que queda por resolver es la tasa que pagarán las cantidades depositadas en los bancos chipriotas, superiores a 100.000 euros, que desde el Eurogrupo se ve como inevitable para hacer frente a la situación.
El Gobierno de Nicosia se plantea ubicar ese impuesto en el 25% del dinero acumulado en esas cuentas y es la propuesta que van a llevar a la reunión de mañana, antes de que venza el plazo que ha dado el BCE para dejar de ayudar al sector bancario chipriota, fijado en el lunes 25.
Los ministros analizarán si el plan propuesto por el Ejecutivo de Chipre se ajusta a las condiciones básicas que exigían para dar luz verde al rescate. Por un lado, que dicha ayuda no sea superior a los 10.000 millones de euros, aunque las autoridades chipriotas pidieron en un primer momento 17.000 millones. Y en segundo lugar que la deuda del país no supere su Producto Interior Bruto en 2020, ya que esto crearía una situación insostenible para el país.
EL futuro de la economía chipriota se ha complicado desde la aprobación del rescate por la Unión Europea, precisamente hace una semana. En un primer momento el Eurogrupo exigió a Chipre que aprobara una tasa del 6,75% para los depósitos de menos de 100.000 euros y del 9,9% para los que superaran esa cantidad, pero el parlamento del país no aceptó las condiciones y rechazó las reformas legislativas del Gobierno para cumplir las condiciones de Bruselas.
La convocatoria de esta reunión del Eurogrupo hace pensar que todos estos contratiempos se están salvando y la solución está más cercana que nunca.