Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, está de acuerdo con que a España y a otros países vulnerables en tiempos de crisis se les dé una prórroga con el objetivo de cumplir su objetivo de déficit y de ralentizar los ajustes. Sin embargo, también deja claro que “a cambio, este tiempo adicional debe ser utilizado de forma eficaz para intensificar la aplicación de las reformas estructurales“. Estas declaraciones han tenido lugar en el Foro Europeo de Alpbach, en Austria.
“Este es el caso de Francia, Italia, España, Bélgica y Eslovenia, entre otros”, ha defendido Rehn, quien parece así contestar a Jens Weidmann, presidente del Bundesbank y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), para quien el impacto negativo de ser benevolente sería peor que las restricciones exigidas.
A pesar de esto, cree que, aunque estos países estén iniciando una remontada económica, todavía quedan muchos desafíos y que la clave para terminar con la crisis se encuentra en Francia y Alemania.
“Todavía hay grandes diferencias en crecimiento en la eurozona y hay una crisis de desempleo en muchos países de la UE, si bien los datos del segundo trimestre de este año han confirmado el inicio de una recuperación gradual”, ha avisado Rehn.
“La vuelta al crecimiento todavía depende mucho de factores específicos del país, ya sea su deuda pública y privada o sus diferentes sistemas sociales y por supuesto la responsabilidad de muchas políticas estructurales todavía están a nivel nacional”, ha señalado, por último, para continuar diciendo que la unión bancaria es una buena forma de integrar los mercados y de atajar los problemas de financiación.