La Confederación Europea de Sindicatos (CES), ha propuesto la puesta en marcha de un importante plan de empleo y economía, cuyo montante económico equivale al 2% del PIB de la Unión Europea.
El plan se basa en un completo programa de inversiones y su financiación correría a cargo de las aportaciones de los países comunitarios, eurobonos, las grandes fortunas europeas y un impuesto a las entidades bancarias.
Los sindicatos miembros de la CES han elaborado este plan ante la coyuntura económica europea, que está “abandonando la recesión y saliendo de la crisis, pero camina hacia el estancamiento económico“.
Ignacio Fernández Toxo, presidente de la CES y secretario general de las Comisiones Obreras españolas, ha afirmado que “con un crecimiento del 0,1 % al 0,5 % no hay creación de empleo, como estamos viendo, y en el caso de España, es muy preocupante la destrucción de empleo en el sector industrial, motor de la economía“.
La CES ha calculado que si el plan se pone en marcha, se establece su duración en 10 años, y cada año se invierte el 2% del Producto Interior Bruto de la UE, se podría “generar hasta 11 millones de nuevos empleos y contribuir a un relanzamiento económico y social duradero“.
Si llegara a aplicarse el plan diseñado por la CES, cada país miembro de la Unión debería determinar su contribución económica, ya que se trata de una aportación no obligatoria que posteriormente, y en base a los recursos existentes, serian distribuidos como fuera oportuno.
Seria la propia Unión Europea quien decidiera donde invertir el dinero, si conviene hacerlo en la mejora del uso de las tecnologías de la información y la comunicación o en la construcción de infraestructuras que mejoren la economía de los países miembros, teniendo en cuenta, principalmente, que países han colaborado en su financiación.