El próximo día 14 finalizará la recogida de firmas para apoyar una Iniciativa Ciudadana Europea que busca crear una Renta básica para los ciudadanos de la Unión Europea. El debate sobre este asunto lleva tiempo de actualidad en países como Eslovenia, Bulgaria, Grecia, Portugal o España, incluso en las primeras potencias económicas comunitarias, Alemania y Francia, hace 30 años que se habla del tema. Incluso la independiente y neutral Suiza tiene previsto celebrar un referéndum sobre la renta básica dentro de unos meses, que en su privilegiada economía seria de 2.000 euros al mes.
De la renta básica se habla, sobre todo en los tiempos de bonanza, pero es ahora, con una importante desigualdad económica, desempleo y pobreza cuando parece más importante en un país como España.
El economista y profesor de la Universidad de Barcelona, Daniel Raventós, es el líder de esta propuesta en nuestro país, y señala que “la renta básica se hace aún más perentoria no sólo por la crisis, sino por las medidas de política económica que han hecho estragos en la mayoría de la población. Todas las reformas que se han hecho desde hace lustros han sido para beneficiar a los ricos… Y es razonable pensar que una política económica distinta, que beneficie a la mayoría, no venga precisamente de la mano de los partidos políticos que han gobernado en las últimas décadas”.
Raventós afirma que la financiación de la renta básica que se creara podría realizarse sin problemas, eliminando prestaciones sociales que ya no serian necesarias como ayudas económicas de cuantía inferior a la de la propia renta básica y sin tocar las que la superaran, como las pensiones.
Para España, se estima en 500 euros la cuantía mensual de esa futura renta básica, calculada en base al 50% de la renta media per capita del país.