Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, el conjunto de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, ha afirmado hoy que la decisión sobre un nuevo rescate de la economía griega, así como la adopción de medidas que reduzcan el conjunto de su deuda, se pospone hasta después del verano ya que el país heleno puede hacer frente, en las condiciones que exige Bruselas, a sus obligaciones financieras al menos hasta el mes de agosto.
Los dirigentes políticos griegos confiaban en que los primeros debates sobre esta nueva ayuda comenzara a desarrollarse el próximo mes de abril, una vez que la oficina estadística de la Comisión Europea, Eurostat, confirme que el presupuesto heleno ha conseguido obtener un pequeño superávit, exigencia sin la que el Eurogrupo no se plantearía volver a auxiliar las finanzas del país mediterráneo.
Dijsselbloem ha comentado que “si el programa actual y todas las condiciones se cumplen, podrán haber más desembolsos que financiarán a Grecia hasta agosto. No hay ningún motivo para darse prisa hacia un nuevo programa o nuevas decisiones. Los griegos estarán financiados con las condiciones del actual programa, si lo cumplen, hasta agosto. En agosto ya hablaremos sobre el futuro”.
El Eurogrupo, a través de los dos primeros rescates económicos a Grecia, ya ha ayudado con un total de 240.000 millones de euros a la economía helena, por lo que, en palabras de su presidente “la deuda griega debe reducirse, la cuestión es quién lo hace y cómo hacerlo. Y eso es lo que discutiremos después del verano”.
En esta ocasión, las cifras que se barajan se mueven en una franja que va de los 10.000 a los 20.000 millones de euros, supeditados a la aprobación, por parte del Gobierno de Atenas, de una serie de reformas estructurales de aún mayor calado que las ya implementadas para los rescates anteriores.