El Govern de la Generalitat catalana ha aprobado hoy la creación de un nuevo impuesto que gravará los pisos vacíos que pertenecen a los bancos y cajas de ahorro. El Govern ha previsto cobrar a las entidades financieras una cifra que irá entre los 850 y los 1.650 euros anuales por cada piso y con la que espera recaudar entre 13 y 25 millones de euros. El ejecutivo catalán está trabajando en este proyecto y tiene previsto que entre en vigor en 2015.
Santi Vila, conceller de Territorio y Sostenibilidad del Govern, ha comentado hoy que el Ejecutivo liderado por Artur Mas no busca recaudar con este impuesto, sino estimular que este parque de viviendas salga a alquiler. Los ingresos obtenidos por la aplicación de este futuro impuesto se destinarán en su totalidad a implementar políticas de vivienda en colaboración con las distintas corporaciones locales.
El Govern ha calculado que en toda la comunidad autónoma hay unas 40.000 viviendas vacías propiedad de bancos y cajas de ahorros, 15.000 de ellas en municipios que tienen demanda de vivienda en estos momentos.
Precisamente es en estas áreas, de las ciudades de Lleida y Girona, el Camp de Tarragona y el área metropolitana de Barcelona, donde se pretende que el nuevo impuesto cumpla su función.
El anteproyecto de ley presentado hoy incluye bonificaciones para aquellas entidades financieras que saquen al mercado de alquiler, mediante sus propias empresas inmobiliarias y de gestión, sus bolsas de vivienda.
Estas ventajas oscilarán entre el 10% para las entidades que pongan en alquiler entre un 5% y un 10% de sus pisos vacíos, hasta un 75% en el caso de los bancos y cajas de ahorros que alquilen más del 40% de sus parques de viviendas.