El Gobierno, tras su reunión habitual de los viernes, ha concretado un poco más la reforma fiscal que entrará en vigor en 2015. La rebaja de impuestos se notará más en el IRPF para darle la vuelta al incremento aprobado en cuanto el Partido Popular llegó a la Moncloa. El Ejecutivo ha calculado que, como promedio, cada ciudadano pagará un 12,5% de IRPF dentro de dos años.
Los nuevos tipos de gravamen del IRPF que traerá consigo la reforma fiscal serán:
- 24% para los primeros 20.000 euros de base imponible.
- 30% entre esta cantidad y 33.007 euros.
- 37% entre 33.008 y 60.000 euros.
- 45% desde 60.001 euros en adelante.
Con estos nuevos gravámenes que traerá consigo la reforma fiscal, el IRPF permitirá ahorrar algo de dinero a las rentas más bajas, y mucho más dinero a las más altas, quedando en el aire la idea de que los beneficiados con esta reforma fiscal son los más ricos.
En cuanto al impuesto de sociedades, un asunto en que la patronal ha insistido continuamente, se reduce al 25% frente al 30% actual. Para compensar esta pérdida de ingresos, el Gobierno mantiene la supresión de la gran mayoría de las exenciones que han estado en vigor hasta 2012
reforma fiscal reducirá la recaudación en 3.000 millones el año próximo y unos 4.000 millones en 2016, lo que no afectará al plan de estabilidad aprobado con Bruselas, ya que aumentará la renta de empresas y familias, lo que incrementará el consumo.
Otro asunto turbio dentro de la reforma fiscal es el aumento de 2.000 millones recaudados por impuestos medioambientales, así como el futuro del recargo del IBI, aspectos que el ministro Montoro ha dejado para el momento en que se aborde la reforma de la financiación de las comunidades autónomas.
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