El ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que estuvo ayer en España para la inauguración del Campus Faes, alabó las reformas españolas enfatizando los logros alcanzados en el sector exterior, nuevo motor de la economía española.
Schäuble afirmó que el gran problema actual de España es la posibilidad de asumir que una generación completa de jóvenes no va a encontrar trabajo, un caldo de cultivo social en el que pueden aflorar populismos y nacionalismos.
El titular de finanzas consideró razonable los objetivos marcados en la reforma fiscal que entrará en vigor en 2015 con el déficit público acordado con Bruselas, una idea que compartió con el ministro de Economía español, Luis de Guindos, en el sentido de que el crecimiento económico español se está acelerando más de lo previsto inicialmente.
Para Schäuble, los problemas de Europa radican en la necesidad de mejorar tecnológicamente ante un mercado más globalizado y competitivo, dado que la población europea es únicamente del 10% del total mundial, las economías de los países de la Unión Europea deben orientarse hacia esos objetivos.
Schäuble ve imprescindible la aprobación definitiva de la unión bancaria, para que las entidades financieras dispongan de una mayor estabilidad y puedan prestar dinero a las pequeñas y medianas empresas, las verdaderas creadoras del empleo en la Unión Europea, teniendo claro que el empleo será el último elemento en mejorar, tras la implantación de las necesarias reformas estructurales y la recuperación de las economías nacionales.
Otro elemento clave para desarrollar las economías de los estados miembros, en opinión de Schäuble, es la aprobación de acuerdos comerciales globales, como el de libre comercio que se está negociando con los Estados Unidos de América, fundamental para reducir las consecuencias de futuras crisis económicas.
En definitiva, una nueva lección alemana de por dónde debe ir la economía española, al margen de nuestros intereses y siempre amoldándose a las necesidades del país germano.
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