Desde que comenzó la crisis en Libia, la producción en este país cayó en algo menos de la mitad, produciendo unos 870000 barriles diarios, haciendo que se incrementara el precio del barríl. Para compensarlo, Arabia Saudí comenzó a bombear unos casi 300000 barriles diarios más. La OPEP produjo en Febrero una media 30,08 millones de barriles diarios.
El barril de Texas acumula ya 3 días de caída, al igual que el barril de Brent, donde su descenso ha sido bien recibido por los consumidores de combustibles.
Japón se enfrenta ahora a una gran tragedia tanto humana como económica. La actual tercera economía del mundo, importa todo el crudo que consume, pues al igual que muchos de los países europeos, carece de reservas estratégicas. Con el terremoto, la demanda de crudo proveniente de Japón se ha visto recortada, y de ahí esa caída momentánea del precio, que se espera que se mantenga a corto plazo. Se espera también un incremento de la cotización del yen, acabando con la tendencia bajista de los últimos años.
Ahora que Japón comenzaba a salir de una crisis que les había durado una decada (y aún así se habían consolidado como una de las economías más fuertes), vuelve el país a sumergirse en otra, aunque si en algo es experta la población japonesa es en arrimar el hombro para trabajar bien duro y echar para delante al país. Esperemos que dejen de cesar las réplicas y el gobierno nipón se ponga a toda máquina con la reconstrucción del país y solucionar todos los problemas ocasionados.