Hemos tenido de todo en esta “viña del Señor”, incluso hostias a mansalva a raíz de la visita del Papa, claro que pensándolo bien muchos pensarán que los vocablos Papa y hostia siempre van unidos… Desde luego en España ha sido así y si no que se lo pregunten a los manifestantes laicos de Madrid y a los periodistas que cubrían la información. No nos podemos quejar los españoles, tenemos unas Fuerzas de Seguridad muy en forma…
Mientras miles de peregrinos tomaban las plazas madrileñas para organizar animadísimos “botellones” y mearse en las fuentes públicas, al grito de “esta es la juventud del Papa”, la policía sacudía de lo lindo a quienes no portaban el “documento” perfecto: La mochila del JMJ.
Mientras, en una publicación derechona de nuestro país, se publicaba que los comerciantes de Madrid afirman que la visita del Papa no ha dejado mucho dinero, pero que se considera positiva porque hemos dado una imagen muy bonita de nuestra España allende nuestras fronteras…
Yo estoy allende nuestras fronteras y lo único que sé es que en toda Europa y América Latina están “alucinando” con la reacción que un gobierno de izquierdas y un país aconfesional ha tenido contra una parte de su pueblo, que pretendía manifestar su disconformidad con que el estado español haya pagado las últimas vacaciones de Benedicto XVI, mientras miles de familias pierden su hogar a mano de los embargos y ante la imposibilidad de remontar una situación económica límite.
Desde luego… ¡vaya semana! No creo siquiera, que los más viejos del lugar, sean capaces de recordar, ni aún en tiempos del deplorable dictador español, una estampa que nos muestra el Parque del Retiro alfombrado de confesionarios, mientras 15.000 personas toman la calle para pedir a la Iglesia que se pague su baño de multitudes y las Fuerzas de Seguridad apalean y detienen a periodistas identificados…