Soraya Sáenz de Santamaría ya ha informado de que las cuentas no cuadran y que terminamos 2011 con un déficit público muy por encima de lo previsto, en concreto la cifra escala hasta el 8%, dos puntos porcentuales más de lo que auguró el gobierno de Rodríguez Zapatero y por lo tanto dos puntos por encima de lo comprometido con Bruselas.
El gobierno del recien estrenado Rajoy lo cuenta como si se hubiesen dado de bruces con una realidad paralela sobre la que no tenían ninguna información, aunque muchos ya estábamos preparados para que, durante una buena parte de su recién inaugurado mandato, las culpas de todo lo habido y por haber vayan a parar a la saca de los que nos “desgobernaron” hasta hoy y que ello sirva de excusa para “sangrar” al ciudadano.
Sin embargo, la cara de sorpresa de la vicepresidenta, los vaticinios agoreros del ministro Lehman y los aspavientos del de Hacienda son, sencillamente, indignantes. Sobre todo cuando Sáenz de Santamaría, en su cometido de “vocera”, anuncia con tan honda pena los tijeretazos que todos nos olíamos y la subida de impuestos que los líderes del PP negaron durante toda la campaña.
Le ha faltado gritar a lo Martes y Trece, ¡Ella no quería, oiga…! Vaya, no quería, pero la mató porque era suya… eso es lo que todos entendemos. El Salario Mínimo vergonzósamente congelado; la subida de pensiones al 1%, en un país en el que respirar ya nos ha supuesto perder poder adquisitivo; la retirada de la ayuda al alquiler para los jóvenes; se congelan los salarios públicos, como si todos los funcionarios no fuesen en realidad un buena bolsa de “mileiuristas”, a excepción de unos pocos, que además tendrán que trabajar más horas a la semana, con lo que la realidad es que les bajan el sueldo; sube el IBI y el ¡IRPF durante los dos próximos años, de entrada!, en una medida “solidaria”, según la vicepresidenta; que también ha anunciado que deberán recortar 20.000 millones más de los anunciados en días pasados.
¡Qué pronto le hemos visto la cara al nuevo gobierno que, por cierto, no han dicho que se vayan a bajar los sueldos y prebendas ellos mismos, como medida “solidaria”, digo!
Imagen: ANNA Notícies