Mariano Rajoy ya es el nuevo presidente del Gobierno, tras ser elegido por la Cámara después del debate de investidura que, para la mayoría de los partidos políticos y de los analistas económicos, no aportó nada nuevo en materia de medidas que puedan hacer vislumbrar un plan para activar la economía del país.
La reacción de Bruselas no se ha hecho esperar. La Comisión Europea ha mostrado su apoyo a las prioridades que se marca el líder del PP, pero reclama medidas concretas que deben hacerse públicas durante los próximos días.
Para la CE, los objetivos para España del nuevo presidente conservador, están en consonancia con los objetivos que se ha marcado la Unión Europea, en clara referencia a “la consolidación fiscal, la reestructuración bancaria, la reforma del mercado de trabajo y las reformas de los mercados de bienes y servicios”, como ha afirmado en rueda de prensa uno de los portavoces comunitarios, concretamente el de Asuntos Económicos, Oliver Baylly.
Pero para Baylly, las “prioridades” de Rajoy deben ser respaldadas con medidas más concretas y detalladas, lo que no puede traducirse de otro modo más que como una invitación a iniciar los recortes sin más dilación.
Si por parte de Bruselas el aviso al nuevo presidente electo ha sonado como un misil lanzado al corazón del mensaje de Rajoy, el líder del PP ha recibido, en cambio, los elogios de la Alemania merkeliana, de la que Mariano Rajoy se ha mostrado fiel devoto durante los últimos meses.
Ahora nos tocaría hacer un examen de los últimos acontecimientos en política internacional y recordad que, en esa Alemania de Merkel, ya hay sueldos de 400€ mensuales.
Imagen: e-faro