Moody’s, que ha decidido seguir manteniendo la triple A para la economía norteamericana, ha advertido sin embargo de su intención de recortarla si la Administración estadounidense no toma las medidas necesarias para que se reduzca su déficit. No es la única agencia de calificación de riesgo que pone a EE.UU. en vigilancia negativa, ya que Fitch se expresó ayer de manera muy similar con respecto a las finanzas y el abultado déficit de los norteamericanos.
Aún así, Moody’s ha afirmado que los principales motivos para mantener la máxima calificación a la deuda soberana de EE.UU. permanecen intactos. De todos modos, la máxima rival de S&P coincide con esta última en que si no se toman las medidas oportunas por parte del gobierno, revisará su calificación a la baja en el plazo de dos años e incluso amenaza con hacerlo antes si la situación empeora.
Además de instar a Washington a incorporar a la mayor brevedad las medidas fiscales oportunas, Moody’s advierte al gobierno que deberá también acometer las reformas necesarias para estabilizar una economía cuyo crecimiento, junto al del empleo, ha sido mucho menor del esperado. Aún así, la agencia de rating mantiene que el precio del dólar está permitiendo afrontar la deuda pública a los norteamericanos mucho mejor que a los europeos.
Lo que sigue sin escapar al juicio de los analistas de Europa es que las agencias de valoración siguen utilizando dos varas de medir bastante diferentes según sea el caso de revisar los datos económicos de EE.UU., al que se trata con muchísimas prebendas, mientras no cejan en su postura de presionar exhaustivamente a los países de la Unión Europea.
Imagen: Tribuna de Periodistas