La economía es cíclica, es algo que se enseña en las Universidades de todo el mundo, intentando explicar los vaivenes del dinero y esas cacareadas fluctuaciones de los mercados. Ya lo apuntaban en la Biblia con aquello del trigo que había de ser guardado, tras los premonitorios sueños faraónicos en los que se alternaban vacas de distinto peso.
Pero esta vez, con tan sólo una generación de diferencia, los hijos cuarentones y hasta cincuentones de aquellos emigrantes de la última etapa de la España franquista, comienzan a emprender el mismo camino que sus padres, cuatro décadas ha. Series como “Españoles por el mundo”, nos mostraban desde hace años que allende las fronteras patrias, un buen puñado de compatriotas se buscaban la vida en otros lares. Pareciera que a través de la televisión, ya quisieran ir haciéndonos el cuerpo a lo que estaba por llegar.
Claro es que en la realidad inmediata que analizamos, la de ya para ya, las cosas empiezan a estar un poco negras, casi tanto como el color de la piel de tantos inmigrantes a los que miles de españoles, de manera soez y bochornosa han estado criticando, cuando no maltratando o despreciando, por haber venido a nuestra “España querida, dentro de mi alma te llevo metida”, a buscarse las habichuelas.
Y ya entramos en la parte que toca a los nietos de aquellos emigrantes a los que homenajeaba castizamente Juanito Valderrama, porque el 64% de los jóvenes españoles que buscan empleo, están dispuestos a cambiar de país, dada la situación por la que atraviesa el mercado laboral español.
Los datos llegan a través de Global Talent Mobility Study, un estudio realizado por The Network, la alianza de portales de empleo de 124 países, que ha analizado el comportamiento de 163.000 jóvenes de 66 naciones.
Hay que destacar que, por si no nos había quedado claro que volvemos al punto de partida de nuestros padres y abuelos, lo cierto es que el lugar elegido por los nuevos españoles emigrantes ha variado. Ya no se piensa en EE.UU., de nuevo la vista del parado gira hacia Alemania, Reino Unido, Francia y Suiza... ¡vaya recuerdos!
Imagen: Ciudadanía Exterior