Nos hemos acostumbrado a hablar de Bruselas como el auténtico centro financiero de la Unión Europea, como el Wall Street de la Eurozona y, sin embargo, allí sólo se asientan la burocracia de la CE, otrora los líderes de esa “República Galáctica” al estilo Star Wars, que ahora van perdiendo la “Fuerza” y con un Darth Vader al que durante meses parece haber dado vida la canciller alemana, Angela Merkel.
Pero por aquel centro de la “galaxia” de los 27 tampoco hay dinero. De hecho hoy hemos sabido que el gobierno de Bélgica ha decidido congelar 1.000 millones de devaluados euros, que además se encuentran en su punto más bajo de cotización con respecto al dólar desde su creación, ante las dudas de Bruselas sobre si su país podrá cumplir con el compromiso del límite del déficit. En una palabra, hasta Bruselas se automanda al garete.
Claro, en una UE en la que la deuda de Hungría acaba de ser dinamitada y mandada por Fitch al vertedero de los bonos basura; Grecia a un pelo de la bancarrota, a pesar de los rescates y las penurias de los pobres griegos; Francia de nuevo acosada por S&P y las primas de riesgo de todos los estados de Europa por las nubes… apenas si la noticia parece tener importancia y no precisamente porque deje de ser preocupante, sino porque nos vamos acostumbrando a la agónica debacle a la que nadie parece tener interés en poner remedio, muy al contrario, los movimientos especulativos en torno a las bolsas lo confirman.
Mientras la capital del euro nos despierta avisando de que la “Fuerza Oscura” se lo come todo. EE.UU., que tampoco arranca, parece estar preparándolo todo para ese mazazo a Irán que inicie una nueva guerra que les de dinero y arregle las cosas de la misma manera inhumana y vergonzosa en que lo han hecho siempre. Europa parece que de nuevo está dispuesta a acompañar. Como se ve en la viñeta de 2006, cuánto camino recorrido en la misma dirección, como preparando el futuro y qué bueno que somos en occidente…
Imagen: Globedia