Es la noticia de última hora, Mariano Rajoy comparecerá ante el Congreso de los Diputados el próximo 8 de febrero. Será una de esas apariciones estelares. Digo estelares porque como no se le ve el pelo más que para salir en las fotos europeas… Pero hace ilusión ver al presidente de tu país de vez en cuando, más que nada para constatar que sigue vivo y que no cundan los bulos sobre su muerte a lo Bon Jovi por internet. Quede claro, nuestro presidente en todo caso sería como Elvis, sigue vivo, aunque éste en algún lugar de la Moncloa. ¿Será en un búnker, como aquel señor de bigotito que gobernó en Alemania?… No, hombre, no. En el caso de Rajoy será a lo caverna de Platón, que queda más filosófico, aunque igual de ridículo.
En fin, que me desvío. El caso es que este hombre, elegido por minoría, porque la mayoría la sumaban entre todos los que no le votaron, debe tener mejores cosas que hacer que comparecer para explicar, calmar, tranquilizar, esforzarse y gobernar. Pero además, cuando comparece pues él elige de qué habla, que para eso es el que manda, por si a alguien no le había quedado claro cómo se ejerce la democracia desde la derecha.
Así, en este caso, Rajoy ha decidido que hablará de la Cumbre Europea, aunque ya veremos también lo que dice, que esa es otra. Sin embargo ya ha confirmado que se niega en rotundo a un debate sobre la crisis y el desempleo, como había solicitado la mayoría del arco parlamentario, esos que no pertenecen al PP.
Imagino que Don Mariano habrá pensado ¿y pá qué tanta tontería? Total, va a seguir haciendo lo que le salga a la Merkel del moño… Eso sí, no me digan que no les apetece verle… saber si está más delgado, si se ha teñido el tupé, si ha crecido, si ya vocaliza… En mí despierta esa curiosidad como la de las vedettes que bajan por esas grandes escaleras con sus taconazos y las piernas de infarto.
Por eso yo solicitaría que dejara de ser presidente y le permitiéramos ser la Vedette del Congreso, con escasas pero cuidadísimas apariciones. Eso sí, que le cuiden la iluminación (sobre todo la del raciocinio) y le pongan plumas, que una vedette sin plumas es como un gay sin Chueca.
Imagen: Semáforo Abierto