Aunque la Comisión Europea ha terminado por dar su respaldo a las medidas antifraude anunciadas por el gobierno de España, lo cierto es que no ha mostrado mucha confianza en la efectividad de esta acción en la economía real.
Para Bruselas la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal debería enmarcarse dentro del ámbito de actuación que debe aplicar la Europa de los 27, comprometida con la lucha contra la defraudación, pero no cree que este sistema ofrezca mucha confianza y mucho menos que sea la panacea para sanear la economía española.
Para la Comisión Europea las medidas anunciadas por el ejecutivo de Rajoy no garantizan el aumento de ingresos en las arcas públicas, ya que no es posible contar con datos reales sobre la verdadera cantidad de dinero que permanece escondido a la fiscalización del estado y recuerdan que así se lo han advertido en el pasado a otros países de la eurozona que presentaban esta alternativa como fórmula para sanear las cuentas públicas.
Sin ir más lejos, el propio Silvio Berlusconi intentó obtener el visto bueno y el apoyo de Bruselas en una acción similar en Italia. Sin embargo, la Comisión actuó de forma bien distinta a la deseada por il Cavaliere, lo que endureció aún más la postura asfixiante de los mercados y acabó con la dimisión del ex primer ministro.
Según Europa, las primeras medidas de ajuste adoptadas por Rajoy han sido acogidas con total entusiasmo. No obstante y aunque el gobierno cifre el “dinero bajo cuerda” en unos 8 billones, lo cierto es que para los representantes de la Comisión esa cifra no es creíble, en cuanto a que no existe forma de cuantificarla realmente.