Fitch es una de las agencias calificadoras que tanto han influido en acrecentar la actual crisis de deuda en Europa, y para ser justos, que cumplieron un papel igual de importante con sus omisiones antes de que estallara la burbuja financiera. Hace poco Fitch ha tenido que echar atrás su ortodoxia neoliberal y reconocer los progresos de Islandia. Hay que recordar que poco tiempo antes de la quiebra de la banca en Islandia, las agencias calificaron a sus entidades financieras con la máxima calificación, poco después esta calificación cayó bastante; porque Islandia se negó a rescatar a la banca suspendió pagos de deuda y responsabilizó política y judicialmente a las entidades financieras.
Por una parte es cierto que Islandia no podía reforzar la banca, porque definitivamente el volumen financiero era demasiado alto para una economía de algo más de 300.000 habitantes. Pero sobre estos argumentos, en Islandia se realizó un gesto político que las agencias castigaron. No obstante, Islandia logró un acuerdo de reactivación con el FMI y creció a un 2,9% durante el 2011, mientras las agencias la mantenían en la más baja calificación, al mismo tiempo los bonos soberanos de Islandia se agotaban en el mercado de valores, con una demanda altísima por parte de los inversores. Finalmente Islandia ha logrado contener el desempleo, crecer al 2,9% y proyectar cifras de crecimiento para el siguiente año de entre un 2,5% y un 3% y mantener el déficit fiscal en 0,5%. Hoy Fitch, hace el primer gesto de reconocimiento a esta falta de “ortodoxia” y probablemente las otras agencias deberán también subir la calificación de Islandia. Pero, más importante que lo anterior, en el contexto político europeo, es imprescindible observar el caso; pues en él se revelan algunas claves que la Unión Europea rechazó en favor de la ortodoxia neoliberal y que finalmente han desembocado en la actual crisis de deuda.
Badexcug says
Gran post. Islandia desafió los estándares, pero su modelo parece estar dando un excelente resultado y la calificación de Fitch lo sostiente. Tal vez deberíamos analizar qué mejoras emprendidas por Islandia podrían salvar a otros países europeos de la recesión y la crisis.