En Agosto el PSOE y el PP pactaron sobre las reformas en torno al límite de déficit. En ese momento se fijó el 0,4%, cifra menor incluso que la propuesta por la Unión Europea. Sin embargo el Gobierno de Rajoy, a través del ministro de Economía Luis de Guindos, ha presentado la propuesta de un déficit estructural equivalente a 0%.
En primer lugar, se trata de una propuesta que técnicamente sólo es realizable en el actual contexto a través de un coste social muy alto. Pues este tipo de medidas no deben ser abordadas en forma abstracta. Si así fuera, no sólo habría que apostar por un déficit del 0%; sino incluso por una norma de ahorro estructural de entre el 0,5% y el 1%; pero ese apuesta ideal, sería posible sólo en el país de las maravillas. En España es posible; pero significa desmantelar de manera absoluta el modelo social y la inversión pública.
Por otra parte, es un gesto político delicado que el gobierno ahora que tiene la mayoría en el parlamento comience a violar sus propios acuerdos políticos previos. Pues si bien, puede aprobar esta reforma gracias a su mayoría, hacerlo sin un apoyo generalizado y trasgrediendo los acuerdos políticos, sería un error histórico y una muestra de autoritarismo inédita en tiempos de democracia.