La ministra Pastor, ha anunciado para Julio un nuevo plan de infraestructuras transportes y viviendas que implica la asignación de más de 77.000 millones de euros, aunque la ejecución del plan se extiende hasta el 2024; por lo cual aún no está claro un cronograma de desembolso de estos recursos. En principio se trata de una medida adecuada; pero se requiere conocer el cronograma de inversiones, para poder evaluar si impactará en la reactivación y en el empleo.
Los acentos parecen ser carreteras e infraestructura vial en general, y ampliación del AVE. Lo primero no ofrece mayores dudas; pero lo segundo requiere una revisión en detalle; pues hasta el momento, las líneas de AVE parecen no sostenerse con claridad en su operación, lo que podría implicar un elefante blanco, con permanentes fugas de recursos, sobretodo si no están claros los flujos de tráfico esperados.
Por otra parte, una de las omisiones importantes del anuncio, es la jerarquización de obras por comunidades. En este sentido, para que aporte a la reactivación y al empleo, el plan debería contemplar en el calendario a corto plazo, la asignación de recursos y el comienzo de obras en las comunidades más deprimidas en cuanto a empleo y movimiento interno. Por otra parte, es importante que Fomento se haga cargo de la deuda de cerca de 40.000 millones que mantiene con privados. Es necesario, que este nuevo plan implique desde ya un diseño maduro y medidas inteligentes, que permitan que la inversión pública tenga sinergia positiva sobre la actividad económica interna.