En la actual situación de crisis globalizada las regiones que mantienen niveles de crecimiento aceptable, y un ciclo de expansión sostenido son especialmente el cono sur de América y México, además de algunos países de Centroamérica. Se trata de una vía de relaciones comerciales que pueden ser fructíferas para España, aunque no han sido lo suficientemente exploradas a nivel Gubernamental. De hecho los pasos más importantes en esta materia los ha dado el sector de las finanzas, particularmente BBVA y Santander, y el sector de servicios, particularmente las inversiones en Energía, Infraestructura y empresas hídricas.
Evidentemente, las relaciones no pueden orientarse por el ámbito de las exportaciones; pues los países hispanoamericanos tienen gran potencial exportador y el cambio de divisa no favorece en esta materia a España. Sin embargo, uno de los polos de desarrollo emergente en Latinoamérica es el sector de I+D+I, tecnología y energías limpias, donde España podría hacer sin duda diversos aportes.
En este sentido, es importante diversificar las estrategias económicas. El consumo interno y la reactivación es el principal eje; pero la intensificación de relaciones comerciales con el extranjero es también importante, sobretodo en el escenario previsible de una recesión importante en Europa por los próximos 5 años.