Hoy se conocerá el futuro del ex primer ministro de Islandia, Geir Haarde, quien se ha convertido en el único político y mandatario juzgado hasta el momento por su presunta responsabilidad en las actuaciones que condujeron a la crisis económica de 2008. El pueblo de Islandia, uno de los primeros en padecer las tremendas consecuencias derivadas del colapso financiero, derribó a su propio Gobierno, se negó a pagar la deuda de los bancos y metió a los presuntos responsables en la cárcel.
Si el tribunal que juzga a Haarde, el político de centro derecha, le considera culpable, el ex primer ministro islandés podría cumplir hasta dos años de cárcel por su mala gestión de la crisis. La sentencia entraría en la historia del Derecho, al ser la primera vez que un político y mandatario es juzgado por llevar a su país a la ruina.
Nunca antes se habían registrado tantas protestas en un país como Islandia, cuyos ciudadanos en mayoría, solicitan respuestas a los graves acontencimientos y las malas gestiones que condujeron a la quiebra de un sistema económico que, sin embargo, se intenta perpetuar a través de líderes gubernamentales europeos como Nicolás Sarkozy o Mariano Rajoy; si bien la auténtica cabeza visible de este procedimiento sea la canciller alemana Angela Merkel, acusada por no pocos sectores de ser la culpable de la debacle económica europea y de dinamitar la Eurozona.
Distintas organizaciones y agrupaciones cívicas de Europa solicitan que sus países actúen de la misma manera en que se ha procedido en Islandia y se juzgue a los gobernantes por su cuota de responsabilidad en la crisis, así como por los hechos que se pudieran haber derivado de actuaciones negligentes en la gestión de la situación.
Sin embargo, conocer la forma en que Islandia está afrontando su crisis, con actuaciones muy lejanas a las del resto de países y que, no obstante les han permitido fortalecerse y crecer económicamente, está siendo todo un misterio dado el interés que se pone en que el mundo tenga difícil acceder a la información sobre este asunto.
Imagen: The Telegraph