Durante el primer trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) de España ha experimentado una caída de medio punto porcentual con respecto al mismo período de 2011. Los números han oficializado la entrada de nuestro país en la pronosticada, y no por ello menos preocupante, tónica recesiva.
El Banco de España ha publicado los datos y con ellos se ha podido constatar que durante el primer trimestre de 2012, la economía española ha experimentado una contracción del 0,4%, a pesar de las durísimas medidas adoptadas por el Gobierno de la nación y que no han conseguido fortalecer nuestros números.
Después de casi dos años de incrementos interanuales, el PIB español cayó por primera hasta el 0,5% en comparación con el primer trimestre del pasado año, un dato que por otro lado supone dos registros consecutivos de contracción de la economía.
Por si los datos no fueran lo suficientemente pesimistas, las previsiones del organismo de cara a los próximos meses no invitan a la celebración. Para el Banco de España la situación económica del país, de cara a futuros trimestres, “está sujeta a incertidumbre y a ciertos riesgos a la baja, relacionados con los posibles avatares de la crisis de la deuda soberana”.
La desconfianza sigue siendo uno de los problemas más acuciantes que soporta la balanza española, con un Gobierno que no consigue el respeto de los mercados, por mucho que se asfixien las economías domésticas y se estruje al sector público. Con la austeridad no parece que los números vayan a dar una alegría a la economía española, por lo menos en muchísimo tiempo.
Imagen: Realidad económica