A pesar de la dureza de los recortes y de las alabanzas y las flores que se vienen echando entre los propios ministros y líderes del PP, lo cierto es que los presupuestos de Rajoy no han convencido a los mercados, que siguen haciendo temblar el Ibex y vapuleando nuestra deuda. El Tesoro apenas si puede colocar los bonos y el índice de la bolsa española parece realizar prospecciones abisales.
En cambio a la Comisión Europea le ha faltado una mascletá a lo Rita Barberá para vitorear los ajustes del Gobierno de España. Es más, el portavoz económico de la Comisión, Amadeu Altafaj, los ha calificado de “prudentes” y casi ha ordenado a Mariano Rajoy que se aprueben de ipso facto y se apliquen con carácter retroactivo.
Las interpretaciones podrían realizarse a través de muchas claves, de muchas orientaciones políticas y económicas y hasta con una consulta telefónica a uno de esos programas esotéricos de la madrugada televisiva. No obstante, las múltiples respuestas no variarían en absoluto la más cruda realidad.
Nuestra deuda no la quiere nadie, la especulación sigue siendo la única “banca” que suele ganar en la mesa de póker del Ibex y a los españoles nos han convertido en “cerdos”, eso sí, sin margaritas.
Hace mucho que la lengua anglosajona nos denostó, junto a Portugal, Italia y Grecia, en un acrónimo peyorativo y malsano que explica muy bien el papel que estamos jugando para la Unión Europea. Somos los PIGS (Portugal-Italia-Grecia-Spain)… los CERDOS. Por ello no me resulta extraño que la Eurozona aplauda tanto lo que los ciudadanos españoles recibimos con tanta impotencia.
España se ha convertido en otro país más que va barranco abajo, hacia los pies de la Unión Europea y esa UE hoy, más que nunca, es Alemania. Una Alemania al mando de una canciller que parece querer seguir los pasos de otros “poderosos” alemanes de otros tiempos que siempre soñaron con la gemanización de Europa o la supremacía germánica…
Nuestro gobierno parece quere formar parte de esa Unión Europea Asolada, aunque en este Juego de Rol sólo seamos parte de las Tierras Bajas de los PIGS.
Imagen: Diagonal Aragón