Ni que decir tiene que la situación económica de Francia no es ni de lejos la de España. Sin embargo, el recién estrenado presidente François Hollande ha decidido inaugurar su legislatura rebajando su sueldo y el de todos sus ministros en un 30%, en un gesto de solidaridad con los franceses y en un acto de responsabilidad más que simbólica contra la crisis.
En España, en cambio, tenemos la ‘suerte’ de contar con un gobernante y unos gabinetes ministeriales con muchísima mejor visión de futuro. Así han debido pensar, que rebajarse el sueldo ellos mismos no iba a ser suficiente para luchar contra las bofetadas de la Economía. ¿Decisión? Bajarnos el sueldo a todos los demás o dejarnos sin empleo, mucho mejor, dónde va a parar, así no cobramos y se ahorra más.
La visión del Ejecutivo francés deja claras las diferencias con la forma de encarar la crisis del gabinete de Rajoy. Por poner un ejemplo sustancial y tomando como referencia al sector de la Educación, el nuevo ministro galo, Vincent Peillon, ha anunciado que los estudiantes vuelven a la semana escolar de cinco días, frente a los cuatro a los que había sido reducida con la llegada de Sarkozy al Elíseo. Esta decisión supondrá el aumento de la contratación de profesores y educadores.
Sería bueno hacerle ver al presidente español y a su ministro Wert que existe vida más allá de los recortes. Al fin y al cabo no puede irnos peor, con nuestras CC.AA. reducidas a bono basura por la varita mágica de las grandes impulsoras de la crisis actual, las agencias de calificación. Claro que a ver de dónde han salido algunos de nuestros ministros.
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