La situación económica está tensa, los mercados temen un posible contagio si Grecia abandona por último la zona euro – recordemos que se van a producir unas nuevas elecciones ante la imposibilidad de formar un gobierno de coalición y los mercados temen que los partidos más extremistas ganen puntos y abandonen la política de austeridad que marca Bruselas – y en este clima, el Tesoro Público español se ha visto obligado a subir hasta un 50 por ciento la rentabilidad para lograr la colocación de casi la totalidad de lo previsto, 2.493 millones de euros, en tres emisiones de bonos a tres y cuatro años.
Estos millones los podemos desglosar de la siguiente manera:
- 371,76 millones a tres años con una rentabilidad del 4,421%, superior al 2,96% anterior.
- 1.024,02 millones a tres años con una rentabilidad del 4,917%, superior al 4,069% anterior.
- 1.097 millones a cuatro años con una rentabilidad del 5,1%, superior al 3,428% anterior.
En estos días hemos vivido el peligroso repunte de la prima de riesgo, que ha llegado a sobrepasar los 500 puntos para relajarse posteriormente en los 480, y también el descenso del Ibex 35, que ha oscilado en estas jornadas desde el positivo hasta los números rojos, perdiendo incluso la cota de los 6.600 puntos.
En los próximos días, hasta finales de mayo, el Tesoro Público va a tener la oportunidad de presentar deuda en subastas a 3 y 6 meses el próximo día 22. Tras esto, ya tendremos que esperar para conocer si los mercados se relajan y no pagamos tantos intereses, hasta junio, mes en el que habrá una subasta de bonos – el 7 de junio -, una subasta de letras y otra de obligaciones.