Aunque las palabras puedan sonar a cacareo de púlpito de telepredicador, nadie duda de que la cumbre del G20, que se celebrará el 18 y 19 de junio en México, va a centrar buena parte de su atención en la crisis de la deuda de la zona euro y la importancia de atajar la situación ante el miedo de contagio a otras economías, como la norteamericana, en plena batalla electoral.
Está claro que mientras los participantes viajan a Los Cabos, las tablets, portátiles, smartphones de los políticos del G20 están pendientes del resultado de las elecciones de Grecia y del futuro del país heleno, como posible detonante de la ruptura del euro; tesis que, por otra parte, ha sido utilizada hasta la obscenidad por Alemania y afines, en un intento de manipular la intención de voto de los griegos y vetar la llegada al gobierno de SYRIZA, la formación de izquierdas.
España también estará en el ojo del huracán y allí, muy posiblemente, Mariano Rajoy estará obligado a oír la palabra ‘rescate’ en más de una ocasión; sobre todo cuando el G20 analice el maravilloso crédito con que se ha premiado a España y los efectos que puede atraer hacia las cifras del déficit y no sería de extrañar que el presidente español se escudara en lo que allí se diga para justificar una futura subida del IVA, tal y como le pide el FMI.
Imagen: La Mosca Roja