Como medio para busca impulsar el crecimiento económico en la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido bajar los tipos de interés por debajo del 1%, exactamente al 0,75 %, la cifra más baja de la historia de esta institución y además, teniendo en cuenta que la inflación se encuentra en el 2,4%.
Han pasado 7 meses desde la última rebaja, que se produjo cuando Draghi decidió situarlos en el 1% a finales de 2011.
Por su parte, el Banco de Inglaterra no ha variado su tipo de interés, que se situaba en el 0,5%, pero ha optado por incrementar en 50.000 millones de libras el programa de estímulo económico, para la compra de activos públicos y privados –lo que se conoce como de «alivio cuantitativo»- con el objetivo de inyectar liquidez en los mercados de crédito. En el caso de China, hemos podido ver las dos opciones, pues se ha reducido el tipo de interés un 0,25% y ha habido una inyección de capital de 22.700 millones de dólares.
Tras el consejo de gobierno del BCE, Mario Draghi ha explicado que esta medida se toma en un momento de gran incertidumbre para la zona euro y que lo que se pretende es estimular la economía. Por otra parte, ha celebrado el «uso de los fondos de rescate para estabilizar los mercados», ya que no está dispuesto a comprar deuda soberana de aquellos países que tengan graves problemas.
El presidente del BCE vaticina muchos problemas en la zona euro a corto plazo, pues todavía no hay un crecimiento evidente; sin embargo, a largo plazo cree que se llegará a una recuperación gradual, minada intermitentemente por las tasas de desempleo, los ajustes en los balances o la subida en el precio de la energía.