El ministro de Economía español, Luis De Guindos, ha afirmado que a la intervención del Banco Central Europeo para contener a los mercados “no se le puede poner límite o no se puede explicitar al menos la cuantía con la que se va a intervenir ni durante cuánto tiempo”, ya que esto reduciría su efectividad a la hora de devolver la confianza de los inversores sobre el futuro de la Eurozona.
De Guindos ha explicado que será a mediados de septiembre cuando el Ecofin y el Eurogrupo definan claramente las obligaciones a las que tendrá que hacer frente España para poder recibir la ayuda de 100.000 millones de euros que recapitalice su sector bancario.
En esas fechas el BCE ya habrá explicado como va a acometer la compra de deuda, de los países con problemas, en los mercados secundarios, algo que el ministro español da por seguro.
Para De Guindos, cuando el Banco Central Europeo decide intervenir “no debe explicitar ni cuantía ni horizonte temporal y tal como ha señalado el propio BCE, debe tener en cuenta la problemática generada por el carácter de acreedor preferente”.
El ministro piensa que el BCE ha creado “un escenario muy positivo” al reconocer que la presión que generan los mercados sobre nuestra deuda no se debe únicamente a la política doméstica, por lo que ve necesario intervenir.
El titular de Economía y Competitividad del Ejecutivo español ha comentado que: “no tenía sentido que algunos países pagaran tipos de interés negativos y que otros pagáramos tipos mucho más elevados. Eso pone de manifiesto un mal funcionamiento de las instituciones de la zona del euro. Los diferentes tipos ponen de manifiesto dudas sobre el futuro del euro y dificultades para la transmisión de los impulsos de la política monetaria“.
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