Hace años que la situación de nuestro país se ha venido deteriorando, aunque en los últimos meses las proporciones del desastre han alcanzado cotas épicas. Desgraciadamente, España se achicharra, tanto en el plano económico, con un país practicamente en quiebra, cuyos habitantes han pasado a ser el objetivo de los europeos ricos que buscan familias que adoptar; como en sus campos, donde los precarios planes de previsión han jugado una malísima pasada.
Los ajustes del Gobierno han llegado a un punto en el que prorrogarlos sólo supone una tortura a la población, cada vez más desprotegida y abocada a la miseria. Sin embargo, todo apunta a que el regreso del presidente del Gobierno de sus vacaciones (los españoles tenemos que trabajar más por menos, pero Rajoy debe descansar con su país ahogado), traerá más desgracia a las paupérrimas arcas familiares de los españoles.
España está achicharrada por todos los lados y, como una metáfora feroz, el país se quema por todos los puntos cardinales. Miles de hectáreas de Parques Nacionales, de espacios protegidos, de montes y valles están ardiendo en la península y en las islas… ¿por el calor? Esa es la razón que se da desde los medios oficiales, que hace un calor de aupa.
Pues claro, como cada agosto… ¿o es que el Gobierno ha vivido hasta ahora en Siberia? Tal vez allí hubiesen aprendido a ser más compasivos con sus conciudadanos; pero no, no creo que sea por eso. El Gobierno ha vivido, como todos, en España. Una España que cada verano, con los calores del agosto, se derrite en torno a los 40º de un sol de justicia.
Sin embargo, tanto recorte, tanto ajuste, tanto prescindir de lo público, de empleados, de personal cualificado, de servicios esenciales e indispensables para que el país se conserve en buen estado… está pasando una factura muy elevada. Los campos están abandonados, el medio forestal desatendido, los bosques se han convertido en un polvorín cargado de biocombustible que nadie se ha preocupado en retirar y, además, el personal es más escaso, gracias a los despidos de un Gobierno complice y coautor de la quema de España y de los españoles.
Imágenes: Combonoticias