Las bombillas que todos hemos conocido, la tradicional bombilla incandescente, tiene fecha de caducidad, será este próximo 1 de septiembre, más de 100 años después de su invención, ya que su creación tuvo lugar en 1.879, de manos del inventor estadounidense Thomas Alva Edison.
Una directiva comunitaria, concretamente la Ecodesign 2009/125/CE establece que este tipo de lámpara tendrá que irse eliminando paulatinamente en el periodo comprendido entre 2009 y 2016, fijando incluso un calendario para ello, según el cual las primeras bombillas en ser retiradas lo fueron, en 2009, las de 100 vatios, a la que siguieron posteriormente las de 75 vatios.
La intención que tiene la Unión Europea al introducir esta norma de obligado cumplimiento es ahorrar energía, ya que los tipos de bombilla que se fabrican en estos momentos, consumen menos electricidad e iluminan mucho más. Además, todo el proceso tiene que venir acompañado de un adecuado sistema de eliminación y reciclaje de las bombillas que se vayan retirando.
Desde la empresa fabricante de productos de iluminación, Osram, su director general Cristóbal Ripoll, ha señalado que la tecnología con la que contamos actualmente, hace que esas bombillas incandescentes sean poco eficientes, ya que únicamente transforman el 5% de la energía que consumen en luz, perdiéndose el restante 95% en calor, algo que no es su función principal.
Desde la compañía se afirma que el futuro de la iluminación doméstica pasa por las lámparas fluorescentes compactas, las halógenas y los led, que sirven mejor a las necesidades habituales del consumidor.