Por mucho que el Gobierno del PP y sus líderes intenten a partir de ahora vendernos la burra, como ya pretendieran con el rescate bancario, en el momento en que se confirmen los vaticinios, España habrá rizado aún más ese bucle de la espiral a la que hemos sido desterrados, en un notable movimiento especulativo, no exento de la participación de gobernantes y Estados.
Por fin se acerca el momento tan deseado por Alemania. La ‘locomotora de Europa’ pasa de tirar de los vagones y ha decidido fugarse con todo el carbón. Las argucias merkelianas, en aras de miserables cuotas de poder, han asfixiado Grecia hasta extenuar a toda una nación. Ahora le toca el turno a España.
Alemania, el FMI, el BCE, incluso nuestras grandes fortunas y nuestros propios gobernadores, han puesto cada una su losa sobre los hombros de una España que condenaron hace tiempo y a la que parecen quedarle horas para dejarla pender de una soga al cuello, que el propio presidente del Gobierno ha ayudado a anudar.
Intereses, pérdida de sobenía, sacrificio de generaciones de ciudadanos, patada al estado de bienestar… El Ibex se alegra, la prima se relaja, Alemania gana y nuestro presidente nos ha vendido.
Imagen: Retazos del mundo