Más de un millón de inmigrantes quedarán en situación de desamparo, en un gesto más propio de épocas en las que el racismo, la xenofobia y la supremacía de una sola raza formaban parte del guión de sátrapas psicópatas, que pasaron a la historia por su demencia inhumana.
Afortunadamente, contra un destino que horada las mínimas garantías que todo ser humano debe tener, comienzan a escucharse las voces de otros políticos que no quieren vincularse a una medida intolerante, insolidaria y totalitaria que segrega a los seres humanos según su procedencia y nivel adquisitivo.
Ya son ocho las CC.AA. que han anunciado que no respetarán el R.D.: Andalucía, Asturias, Canarias, País Vasco, Cataluña, Navarra y dos comunidades del PP, Galicia y Castilla-León, se han rebelado contra una medida que se torna, cuanto menos, inmoral. Así lo ponen también de manifiesto los casi 2.000 profesionales de la sanidad que ya se han desmarcado de la medida y que, bajo la objeción de conciencia, han reivindicado su derecho a curar.
Me hace gracia cuando para descalificar uno, no solo exagera, sino que exagera la exageración misma. En este articulo dice la semejante aberración: “épocas en las que el racismo, la xenofobia y la supremacía de una sola raza formaban parte del guión de sátrapas psicópatas, que pasaron a la historia por su demencia inhumana”. Hay dos opciones, primera, que la persona que escribe no tenga ni idea de como está el mundo. Que por favor se entere de que paises prestan asistencia sanitaria regular, ( no se habla de urgencias), a inmigrantes ILEGALES E INDOCUMENTADOS. Habla de “epocas” cuando la realidad es que el mundo se rige por estas reglas ahora. Uno no puede ser medico del mundo cuando no puede serlo. Y los calificativos utilizados sirven como que no vuelva a pisar este blog.
Segunda opción, que me huelo es la real, es que para que la defender su argumentación tiene que hacer uso de semejantes calificativos, repito, desafortunados.