Resulta extraño que en un país estemos más pendientes de lo que dice el Tribunal Constitucional de otro que de lo que dice el propio presidente del Gobierno del Estado. Es así. Desde que Alemania gobierna, entre otros países, a España. Ocurre en otras naciones de la Unión Europea, aunque desgraciadamente aquí no solo es una cuestión de política comunitaria, es más bien una postura de supeditación y sometimiento a la que se ha brindado Mariano Rajoy.
Lo cierto es que el TC de Alemania ha dado permiso su permiso para que cobre entidad real el fondo de rescate europeo, aunque con condiciones, claro está. Serán 190.000 millones de euros los que podrá aportar el Gobierno sin el aval del Parlamento.
Inmediatamente la prima de riesgo española ha bajado tanto que ha dejado atrás los 400 puntos, algo que no hacía desde abril y todos recordamos qué ha supuesto esto para España.
Sin embargo, la buena noticia para los inversores y para políticos neoliberales, no lo es tanto para el resto de los ciudadanos. Ese dinero del llamado MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), no lloverá a gusto de todos y mucho menos paliará las carencia de los más necesitados. Muy al contario, las política de Angela Merkel, más allá del neoliberalismo, obligará a los bolsillos más desesperados a costear y devolver con creces lo que ‘preste’ a sus ‘socios’ con tanta ‘solidaridad’.
El BCE ya podrá comprar deuda a España e Italia. ¿Autorizarán los tribunales alemanes que solicitemos el rescate?¿Volveremos a enterarnos por los periódicos?¿Pagaremos intereses hasta por respirar?. Por el camino, generaciones de ciudadanos que no conocerán el Estado de Bienestar.