Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, explicará en el Congreso de los Diputados los detalles concretos de los PGE para el próximo año, que fueron aprobados el pasado jueves en la reunión del Consejo de Ministros.
El presupuesto de 2013 se caracteriza por restringir más el gasto que en otros ejercicios, debido al aumento de los intereses que paga España por su deuda, partida esta que es una de las tres que aumenta respecto a 2012, siendo las otras dos: las becas, sin concretar aun su aumento y las pensiones, que subirán un 1%, en palabras del propio Gobierno.
Los altos intereses que está teniendo que afrontar nuestro país para poder colocar su deuda en los mercados financieros, por culpa de la crisis del euro y de los especuladores, han llevado al Ejecutivo español a dotar con 9.000 millones de euros más que el año pasado, la partida prevista para devolver los intereses pactados con nuestros acreedores.
Por este motivo ha subido un 9,2% el limite de gasto que puede acometer el Gobierno central, a pesar del compromiso del Ejecutivo de controlar su déficit público, manteniendo la idea de que, a final de año, este déficit será del 6,3% del Producto Interior Bruto y de un 4.5% a final de 2013.
Con este objetivo se ha reducido el gasto, en términos generales, en un 7,3%, disminuyendo un 3,9% los gastos de personal al congelar los salarios de los empleados públicos por tercer año consecutivo y paralizar, un año más, las ofertas de empleo público, salvo las estrictamente necesarias en los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado.
También se verán reducidas las subvenciones que reciben los agentes sociales y los partidos políticos, manteniéndose igual la inversión en investigación y desarrollo civil y volviendo, los funcionarios, a recibir su paga de Navidad el próximo año.