Standard & Poor’s le ha pegado un buen zambombazo a la política económica del presidente Rajoy. Su recalificación de la deuda española, nos deja haciendo equilibrios sobre el bono basura. De golpe y porrazo nos han tangado otros dos peldaños de solvencia y nos rebajana BBB-. Si hasta el momento nos estaba costando conseguir inversores, a partir de ahora España tendrá que sudar sangre para poder financiarse.
Esto encaja con esos números que tanto han indignado al presidente y que procedían del FMI, donde sus especialistas han calulado que la prima de riesgo española podría llegar a alcanzar los 750 puntos básicos. Hoy Christine Lagarde, directora del FMI, ha abierto la boca para pedir más tiempo para que Grecia y España puedan lograr alcanzar sus objetivos de déficit y siguen con la cruzada que, desde hace unos días, han emprendido para que Alemania acepte que nuestro país solicite el rescate.
Para quienes ya estén cansados de análisis más sesudos y prefieran quedarse con eso de la simpleza, a lo que me sumo sin más dilación, cada vez está más clara la manipulación que se está ejerciendo sobre algunas economías de la Eurozona, en concreto con países como Grecia y España, también Portugal (Italia parece mantenerse a salvo, por el momento, de esta pira de sacrificios), con el objetivo de que otros hagan dinero.
Si hace unos meses el FMI y Bruselas abogaban por no dar ni un segundo de tregua a los PIGS (Portugal, Italia, Greece, Spain) y exigían el cumplimiento de los objetivos a costa de lo que fuese, pero en el plazo establecido; hoy las tornas han cambiado. Sin embargo, Alemania, que no paraba de hostigar a España para que aceptara el rescate, ahora se opone frontalmente a ello.
Los vaivenes, aparentemente caprichosos, de organismos y comunidades están dejando al descubierto los intereses de unos cuantos y señalando abiertamente a quiénes forman parte de eso tan etéreo llamado los ‘mercados’. Por supuesto, esa misma maniobra permite vislumbrar, sin asomo de duda, cuáles son los países a sacrificar sin ningún tipo de escrúpulos. Estamos marcados con una gran X y somos el objetivo en la diana.
Imagen: Patria Grande