Por mucho que la sufrida Europa del Sur se haya empeñado en conseguir que la Cumbre Europea finalizase en esta ocasión con un acuerdo en firme sobre la recapitalización bancaria directa, el caso es que Angela Merkel ha vuelto ha salirse con las suyas. La canciller marca con notorio autoritarismo las fechas y los procedimientos y con ello España recibe otro guantazo alemán, en sus aspiraciones por conseguir pagar menos intereses a sus socios comunitarios.
No solo España, también Irlanda tenía puesta sus expectativas en esta reunión de Europa para convencer al organismo de que se aplicase la recapitalización bancaria directa con carácter retroactivo. Ello hubiera supuesto, en el caso de nuestro país, unos 10.000 millones de ahorro, que ahora lastrarán nuestra deuda, en 2013.
Angela Merkel ha sido muy tajante: Para España “no va a haber ninguna recapitalización directa retroactiva”. ¿Cómo se traduce la contundencia de la canciller en la economía española? Pues que los ciudadanos de a pie deberán hacerse cargo de la financiación de sus bancos, ya que el dinero de ese rescate que el presidente del Gobierno dio en llamar ‘crédito en condiciones ventajosas’, pasa a formar parte de la deuda pública.
A pesar de la bofetada germana, que vuelve a diezmar los agujereados bolsillos de las familias españolas, Mariano Rajoy ha calificado de “muy constructiva” la actitud de Merkel en esto de la recapitalización bancaria. ¿Lapsus, servilismo, demencia, error, espionaje a lo Mata-Hari…? Ante tanta actitud incomprensible, resulta muy difícil que quien escribe no acabe diciendo más de una tontería… ¿o no?