La crisis y la subida de los precios de los carburantes han hecho que muchas familias se hayan planteado dejar el coche en casa y optar por el transporte público o por compartir vehículo para ahorrar gastos. Este hecho, que nos ha cambiado la forma de viajar y nuestros horarios, ha hecho también que el Ministerio de Hacienda pierda unos ingresos cuantiosos en concepto de impuestos especiales.
Con esta recaudación de hidrocarburos, que durante el 2011 cayó un 6,3%, se cubría parte de la deuda del déficit público. Hoy por hoy, según el último informe anual de recaudación publicado por la Agencia Tributaria, en las arcas públicas se ingresan 689 millones de euros menos que el ejercicio anterior.
Además, en los informes mensuales de este año se apunta a un agravamiento de la cuestión y así, hasta agosto, el descenso en la tributación ya alcanzaba el 7,2%, casi un punto más de caída que el año pasado. Esta evolución negativa, según Hacienda, se debe a «la debilidad del consumo provocada por la menor actividad y por los mayores precios» tanto en particulares como en profesionales del transporte, pues ha habido una contracción de la actividad y el paro sigue aumentando.
Así, si nos fijamos en el Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística –INE-, vemos cómo en los 8 meses primeros del año subieron los precios de los combustibles un 10,2%, siendo tan solo en agosto, un mes clave para medir esta variable por el gran número de desplazamientos que tienen lugar, de un 4,2%.
[…] los países en cuestión fueran España e Italia podría causar «una erupción económica sin precedentes en toda Europa y en el mundo». […]