No es que con la medida recogida en los presupuestos para 2013, Mario Monti haya dado un giro en su política de recortes y austeridad que ha sacado de sus casillas a nuestros vecinos italianos. Sin embargo, la noticia de que Italia baja los impuestos a los más desfavorecidos, rebajando el IRPF a quienes ganen menos de 28.000 euros anuales, nos hace deducir que el mandatario italiano no llega tan lejos en su servidumbre a Alemania, el FMI y los mercados, como su homólogo español.
Monti ha previsto un recorte de 11.600 millones, eso sí, repartidos entre los próximos tres años. En España, Mariano Rajoy, el Cruzado de las Tijeras, habrá recortado 150.000 millones de euros en solo un trienio. ¿Cómo? Matando de hambre a los niños españoles, por citar solo un ejemplo basado en las estimaciones de UNICEF, que ha hecho público que en nuestro país, casi 2.3 millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza.
Casi por primera vez, desde los tiempos de las cartillas de racionamiento, la Cruz Roja pide comida para los españoles. El dinero ya no se solicita para bautizar chinitos o para los niños famélicos de aquella antigua Biafra, ni siquiera para los damnificados por el terremoto de Haití o para fundar una escuela en Perú.
La moda que nos trajo un Gobierno de derechas, un Gobierno del PP, un Gobierno a lo Rajoy, es ‘vintage’ y se alimenta de aquellas antiguas campañas que invitaban por Navidad a ‘poner un pobre en su mesa’. Que vayan pensando a cuál de nosotros eligen, porque está claro que estas Navidades los Reyes Magos no dejarán ni carbón a millones de nuestros niños, que ya comparten un solo huevo para cenar, como en aquellos duros años 40.
Imagen: Público