Mientras mañana se espera llegar a un acuerdo en el problema que bloquea la importantísima ayuda para Grecia – que supone 31.500 millones de euros -a la que probablemente se sumarán otros tramos del rescate hasta alcanzar 44.000 millones de euros-, El Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) insisten en una nueva quita a la deuda griega para que ese país vuelva a ser sostenible y pueda llegar al equilibrio, ante la resistencia del resto de Estados miembros.
Así lo ha expresado la revista “Der Spiegel“, quien mantiene que ambas entidades solicitan con urgencia una quita radical para que Grecia reduzca su deuda del nivel actual -144 por ciento del PIB- al 70 por ciento del PIB para 2020. Esta medida implica que los estados acreedores y el fondo de rescate pierdan conscientemente cerca del 50 por ciento del dinero que se les debe. En este caso se encuentra España que, de aceptarlo, podría renunciar a 25.000 millones de euros.
Para Grecia es casi la única manera de poder controlar sus niveles de deuda, pero los Estados miembros no están por la labor de perdonar más cosas al país heleno. El gobierno alemán quiere evitarlo, ya que le costaría miles de millones al fisco y sólo acepta una reducción de intereses moderada.
“Der Spiegel” señala que Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quieren alejar esa toma de decisiones porque les cuesta dinero a los contribuyentes alemanes y ahora están a punto de empezar con el proceso de las elecciones generales de otoño de 2013. Este hecho sería el detonante para un cambio inesperado en el poder.