El sector bancario español quedará reducido a nueve entidades financieras a mediados del año próximo. Con esa idea trabaja el Gobierno del Partido Popular y así se lo ha hecho saber a la Unión Europea, que ya ha dado su consentimiento al proyecto.
La reestructuración de nuestros bancos y cajas se realizará así en un tiempo record tras conocerse ayer que el Banco de España de aprobar o rechazar los proyectos de fusión de las entidades financieras que necesitarán ayudas publicas para seguir vivas.
Los bancos y cajas que sobrevivirán a estos cambios serán el Santander, BBVA, CaixaBank, Kutxabank, Banco Popular, Sabadell, Ibercaja, Unicaja y Bankinter. La intención del Ejecutivo español es que los procesos de reestructuración se aceleren una vez que limpien sus balances de los activos tóxicos que irán a parar al banco malo, para lo que tienen de plazo hasta el próximo mes de diciembre.
Tras este paso, aquellas entidades que tengan el visto bueno del Banco de España, y por ende, de la Unión Europa, y hayan sido recapitalizadas con el dinero proveniente del rescate bancario, estarán “limpias” para que puedan ser compradas o absorbidas por las nueve entidades que no necesitan de estas ayudas. Un proyecto complicado, pero en opinión del Gobierno y de Europa, factible.
La Unión Europea y el regulador bancario español han dado finalmente su placet a que tanto Ibercaja como el Banco Popular puedan conseguir el dinero que precisan para recapitalizarse, con inversores privados. Ibercaja necesitaría una cifra aproximada de 220 millones de euros y el Banco Popular tiene intención de realizar una ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros.