La escalada indecente de desahucios que la insensible y deshumanizada banca española está llevando a cabo contra la indefensa y asfixiada población española tiene nombres y apellidos y hoy se ha llevado por delante a otra mujer que, ante este terrible acto de terrorismo, se ha quitado la vida tirándose desde la ventana del piso que le iban a quitar esta mañana.
Amaia Engaña, de 53 años de edad, era vecina de Barakaldo, donde tenía su piso en la calle Escuela y Artes y Oficios número 11. Allí ha puesto fin a una larga e indigna agonía, de la que son culpables directos un sistema financiero corrompido y cruel, una banca podrida y avara y un Gobierno lento, cómplice, desentendido, indiferente, frío e impasible ante el sufrimiento de los más débiles y que está permitiendo, fomentando e incluso protagonizando un acoso temerario y cruel contra sus ciudadanos.
Hoy, después de que Europa haya sacado los colores al Gobierno de España, al entender que la ley española sobre desahucios vulnera la propia normativa UE al dejar indefensos a los consumidores frente a las cláusulas abusivas de los bancos; hoy, después de que una mujer se haya lanzado desde el cuarto piso del que iba a ser desalojada; el presidente del Gobierno ha convocado una reunión de urgencia para acelerar el Plan Contra los Desahucios.
Parece que PP y PSOE, los principales partidos políticos del país y los que han gobernado y legislado durante las últimas décadas, quieren ponerse de acuerdo sobre un drama que ya se cobra muchas víctimas. Ese plan llega muy tarde para Amaia Engaña y su desaparición debe pesar sobre las conciencias de todos aquellos que han contribuido a su muerte. Yo exijo responsabilidades, dimisiones, encarcelamientos, juicios, nuevas elecciones y un futuro digno para los españoles.
Imagen: Informativos Telecinco