Finn Kydland, premio Nóbel de Economía en 2004, ha afirmado hoy que nuestro país debe seguir una línea económica continua en el largo plazo para volver a crecer de forma sostenida, aprovechar las circunstancias actuales para solucionar nuestra baja productividad, además de no perder su credibilidad en el exterior, ya que si esta se pierde, resulta muy complicado volver a recuperar la confianza de los inversores.
Para Kydland nuestra economía está lastrada, ya que los sueldos se han venido incrementando por encima del crecimiento de la productividad de nuestras empresas.
El Nóbel de Economía también ha querido poner de relieve que nuestro sector financiero tiene que proporcionar financiación para que la economía vuelva a crecer, ya que son los bancos y cajas de ahorros los que deben dinamizar la actividad productiva y no solo quedarse en la mera provisión de fondos, poniendo como ejemplo de esto a Irlanda, país que gozó de un fuerte crecimiento durante varios ejercicios, pero que al llegar la crisis en 2008, se quedó sin liquidez en sus bancos, obligando al Gobierno a rescatar a dos importantes entidades bancarias, algo que “no fue una decisión sabia y lastró el período posterior”.
Kydland vaticina que algunos países importantes verán estancadas sus economías por la implantación de políticas económicas cortoplacistas que solo generan incertidumbre, algo en lo Argentina es un clarísimo exponente.
El prestigioso economista ha reiterado que muchos estados no definen claramente su línea económica y optan por “no mantener las políticas decididas y modificarlas debido a lo que denomina “la enfermedad de la incongruencia temporal”, razón por la que fracasan”.
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