Se habían establecido unos modelos de formulario a través de los cuales el ciudadano dejaba constancia por escrito de su negativa a pagar el euro por receta, impuesto por la Comunidad de Madrid. El formulario había sido elaborado por la propia consejería de Sanidad, aunque ya se encargaron de repartir apenas 10 copias por farmacia.
Según parece, los formularios estaban elaborados para recibir un número de quejas en torno a las 4.500 mensuales. Esta cifra es la que se había alcanzado en Catalunya, donde los ciudadanos ya habían manifestado su insumisión ante la decisión de la Generalitat de imponerles el repago sanitario, también por el número de recetas prescritas.
Sin embargo, la cifra que habían alcanzado los catalanes se ha desmoronado apenas una semana después de que entrase en vigor el euro por receta en Madrid. Durante los primeros días del impuesto, los madrileños han sobrepasado los 4.500 formularios, un nivel de protesta que, sin embargo, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty, ha tachado de ‘ínfimo’.
No queda más remedio que inferir que Lasquetty ha estado siguiendo la tónica del ojo de buen cubero con el que hacen las cuentas las Administraciones ocupadas por el PP, ya saben: número de manifestantes dentro de Sol, nivel de eficacia con que se atiende el Madrid-Arenas, seguimiento de las huelgas generales… ¡Lástima que esa misma vara de medir no sea la que aplican en sus sueldos, prebendas, dietas, propiedades…
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid se ha alertado del nivel de burocracia que ha generado el descontento de los ciudadanos y que los formularios se había agotado en tiempo récord. Por parte de algunas asociaciones de consumidores se recalca además que no se han registrado más protestas porque faltan impresos.
Por otro lado la insumisión de los madrileños deja en el aire otra cuestión, cuánto le va a costar al ciudadano rebelarse contra el libre albedrío de sus gobernantes. En este sentido, la multa y los gastos que conllevan abrir el procedimiento contra la Comunidad de Madrid, podría resultar más caro que pagar el euro impuesto por receta. Aún así, llegados a un punto, la insumisión y la desobediencia civil parecen ser las últimas vías pacíficas que puede agotar el ciudadano.
Imagen: Eldiario.es
Alucinado says
Aparte de todo lo dicho y sobretodo del afan recaudatorio reconocido por el propio presidente Ignacio Gonzalez me parece absurdo que no se respete y mantenga un minimo de coerencia y autoridad entre el gobierno del PP y de la CCAA tambien del PP