La Unión Europea aprobó anoche el rescate económico de Chipre. La ayuda comunitaria obliga al gobierno de Nicosia a crear un impuesto sobre los ahorros depositados en las entidades bancarias que operen en el país, del 9,99% si la cantidad supera los 100.000 euros y del 6,75% si no llega a ese cuantía. La zona euro implanta así una nueva norma en la aplicación de los rescates a sus estados miembros con problemas económicos, haciendo que sean sus ciudadanos los que paguen parte de esa ayuda.
Nikos Anastasiadis, presidente del gobierno chipriota, tendrá que aprobar esta ley durante el fin de semana para que la tasa pueda ser recaudada en los depósitos que los ciudadanos tienen ingresados en los bancos, lo que ha provocado que miles de chipriotas hayan acudido a los cajeros pasa salvar de ese impuesto las cantidades que les sea posible.
Por su parte, Michael Sarris, ministro de Economía de Chipre, ha comentado que se trata de una “decisión muy difícil“, pero que una suspensión de pagos hubiera resultado aun peor. Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, ha señalado que “el tamaño del sector bancario chipriota es tan grande que hemos tenido que diseñar un programa específico en el que estaba justificado involucrar a los ahorradores“, además de afirmar que el gobierno de Chipre recaudará con esta medida 5.800 millones de euros de los 10.000 que necesita para sanear su economía.
Pero el rescate de la economía chipriota no contempla solo la implantación del corralito. También aumenta el impuesto de sociedades, el gobierno se compromete a ajustar su déficit público al 4,25% del PIB y se llevará a cabo un importante programa de privatizaciones. De esta manera y como reza la nota de prensa que envió a los medios de comunicación el Eurogrupo “La Unión Europea confía en que estas iniciativas permitan que la deuda pública de Chipre, que se prevé que llegue al 100% del PIB en 2020, permanezca en una senda sostenible e impulse el potencial de crecimiento de la economía“.