A pesar de todo lo indicado, Mario Draghi, supervisor financiero del BCE conmina al Ejecutivo a “adoptar un conjunto de medidas más amplio” que el aprobado, colocándose así, junto a los críticos que indican que esta reforma es “insuficiente”. Curioso, ¿no creéis?
En el informe presentado por Draghi se deja constancia de la mejora en transparencia y condiciones de las hipotecas, así como la creación de un fondo social de vivienda, pero advierte de la importancia de que “los prestamistas garantizados adapten sus prácticas (…) a fin de evitar las ejecuciones hipotecarias, y que el marco regulador proporcione incentivos a todas las partes interesadas para que acuerden una reestructuración de deuda oportuna y razonable en caso de incumplimiento”.
Es decir, que se deben regular las renegociaciones de las condiciones hipotecarias a modo de paso previo, y a ser posible sustitutivo, de la ejecución de la misma. La mayoría de las entidades españolas lo llevan a cabo antes de las ejecuciones, pero se trata únicamente de aquellos bancos acogidos al código de buenas prácticas. Concluyendo, que si quieren lo hacen y si no, no.
Además, el BCE advierte también que “las autoridades españolas deberían vigilar los efectos que las medidas previstas de protección de los deudores hipotecarios podrían tener en las provisiones y el cumplimiento de los requisitos mínimos de capital de las entidades de crédito”.
Imagen: elmundo
Fuente: cincodias