Un dictamen del Banco Central Europeo, publicado la semana pasada, señala que el Ejecutivo español debería elaborar un paquete de medidas, más amplio del actual, que permitan afrontar los motivos por los que los ciudadanos de nuestro país tienen problemas para pagar sus hipotecas y que consiga reducir los desahucios.
El documento, firmado por el propio presidente, Mario Draghi, afirma que “sólo con una estrategia de resolución más amplia se puede hacer frente a los retos que plantean los cambios en las circunstancias económicas de los prestatarios, los cambios sustanciales en el valor de los inmuebles y el posible resultado de hipotecas inviables, manteniendo al mismo tiempo incentivos apropiados tanto para deudores como para acreedores y reduciendo al mínimo el posible riesgo moral”.
El BCE piensa que cualquier cambio en la normativa hipotecaria debe llevar aparejado, con carácter previo, un profundo análisis de las consecuencias que puede acarrear al sector bancario español. El instituto emisor comenta también que las autoridades económicas españolas deben “vigilar los efectos que las medidas previstas de protección de los deudores hipotecarios podrían tener en las provisiones y el cumplimiento de los requisitos mínimos de capital de las entidades de crédito“.
Para el Banco Central Europeo, el desahucio debe ser el último recurso, ya que las entidades financieras que prestan el dinero consiguen más ingresos si las personas hipotecadas siguen pagando toda la hipoteca o al menos una parte de ella.
Así, el BCE aconseja a los prestamistas que modifiquen sus protocolos de actuación, en materia de hipotecas impagadas, para evitar recurrir al desahucio, y que la normativa española en este asunto implemente formulas para que tanto el prestamista como el prestatario puedan pactar una reestructuración razonable de la deuda pendiente.